En nuestro país, Chile,
han existido barrios, poblados y lugares que por diversas razones han desparecido entre ellos el pueblo
de Huallihuaica en el valle de Elqui o
el pueblo de recoleta en el valle del Limarí, ambos desaparecidos bajo las
aguas de un tranque, también han
existido pueblos que cambiaron nombre como Pueblo Hundido que hoy se conoce
como Diego de Almagro, en fin, pero el
caso del campamento minero de Chuquicamata es único, fue una pequeña ciudad en
medio del desierto que creció con el esfuerzo de hombres mujeres y niños
que hicieron de este lugar su mundo, su
futuro, sus sueños y muchas veces su vida que se quedo para siempre bajo las
rocas de cobre.
Chuquicamata la mina de cobre a rajo abierto más grande del mundo (tiene una dimensión
aproximada de 4,5 km del largo, 3,5 de ancho y 1 km de profundidad),
fue originalmente explotada por los pueblos indígenas de la zona. Su nombre es
de origen aimara y se relaciona con los indígenas chucos o chuquis que
trabajaban al cobre para confeccionar herramientas y armas. Desde su
descubriemiento este mineral y hasta su explotación
industrial requirió del esfuerzo de
hombres que extrajeran el cobre en forma
ininterrumpida para ello debía
existir un campamento minero cercano a la mina. El campamento de Chuquicamata,
se empezó a construir a comienzos de
1911 y se fundó el 18 de mayo del año
1915, tenía como función principal albergar a los jefes, trabajadores y obreros
con los equipamientos básicos, rápidamente se fue equipando y llegó a tener
unos 25.000 habitantes. Los primeros antecedentes de un centro urbano en lo que
se conoce como Chuquicamata, fueron Placilla y Punta de Rieles. En estos
lugares comenzó la venta de víveres y los primeros centros de diversión. Estos
sitios, actualmente están cubiertos por los inmensos bancos de la mina norte. La construcción del campamento
comenzó el año 1917. Los ingenieros encargados determinaron la ubicación de dos
grandes complejos de casas, las que se ubicarían a tres kilómetros de distancia
de las rejas que marcaban el límite de las áreas de trabajo.
Cerca de la mina, los estadounidenses(o gringos como
se le llamaba) nivelaron algunos sectores, dando inició al "Campamento
Americano", denominado erróneamente así porque allí sólo vivirían
ingenieros y ejecutivos estadounidenses. Así, desde sus inicios Chuquicamata
contó con dos campamentos, distantes 3 kilómetros entre sí y conectados por la
Avenida Tocopilla. Aquí se encontraba a los carabineros, bomberos y el primer
hospital de Chuquicamata que lo hacía muy exclusivo.
La
vida del "Campamento Americano" duró hasta 1984 cuando sus casas
fueron algunas trasladadas, mientras que otras fueron demolidas y enterradas.
Entre las desmontadas y reconstruidas estuvo la casa 2000 (del gerente general),
que hoy se encuentra en la villa Auka-Huasi,
en el sector oeste del
Campamento.
Las
casas se dispusieron en forma jerárquica. (Al igual que en el Teniente en Chuquicamata existió mucha
discriminación social, los obreros tenían su club, los empleados por lo mismo y
los supervisores o ROL-A El exclusivo Chilex
Club, mientras obreros y empleados compraban sus abarrotes en las pulperías
01-02- 0 03 que eran atendidas por mesoneros, los supervisores compraban en la
Recova o pulpería 04 que tenía el sistema de Supermercado y con productos de primera calidad) En el
campamento Hubo un total de 280 casas.
La vivienda del gerente de la empresa estaba en lo más alto y su diseño se
conocería como "Special A”, un modelo de construcción que se usaba entre los
grandes hacendados, al sur de Estados Unidos. Los materiales fueron traídos
desde el extranjero y la arquitectura daba espacio a grandes ventanales, tablas
de raulí, pilares, fachadas e interiores de pino Oregón, una gran sala con una
enorme chimenea, cocina, salones de recepción, enormes pasillos, escaleras de
caracol, cinco dormitorios, más dos destinados al personal de servicio, amplios
patios y terreno para jardines que tenían pimientos, pinos, palmas y árboles
frutales.
Más
abajo las casas de los subgerentes, con un estilo similar, llamadas "Special”.
La diferencia con la vivienda del gerente era el tamaño.
En
orden descendente, se veía el levantamiento de las casas que ocuparían los
superintendentes designadas tipo "Large A”. Luego, "Large B”, para los jefes
norteamericanos según su rango. "Detached A-B”, "Ford A” y, finalmente unas de
pequeñas dimensiones que serían ocupadas por los futuros ingenieros que
trabajarían para la Chile Exploración Company.
A
la opulencia del "Campamento Americano", se opuso el "Campamento de
empleados”. Este y el sector de obreros dieron origen a pequeños barrios
conocidos como Las Latas, Los Adobes, Los hundidos, Las Normac o John Bradford.
Los mejor ubicados en el campamento
empleados fueron los capataces, a
quienes los norteamericanos inculcaron su sistema de clases con viviendas
aparte. Fueron las casas tipo "Latas”, construcción hecha con pilares de madera,
cubiertas por esterillas a las que luego se les agregaba cemento granulado.
Una
corrida tenía cuatro casas. Nacen así los 200, 300, 400 y 500. Estaban
separadas entre sí, incluso algunas quedaron en la cima de un pequeño cerro,
como fue el caso de Los 400, que posteriormente sería el camino de comunicación
entre el Campamento Americano y el obrero.
En
la parte baja del campamento obrero, la compañía mandó construir "Los
Hundidos”, un tipo de casa con las mismas características que las Latas, pero
cubiertas en la planta baja con latones y en el alta con madera. Una corrida
estaba formada por nueve casas, las que quedaban en las esquinas eran más
pequeñas.
Cada
corrida llevaba una letra. El lote empezaba en la "A” y terminaba en la "I”. La
numeración iba de oeste a este, así se encontraban los 10, 20, 30, 40, 50, 60,
70 y 80, hasta llegar al 1099. Frente a la letra "A”, se levantaron unos juegos
infantiles, los que contaban con moderna infraestructura. Detrás de este
complejo se ubicaban los "Tipos C”, una construcción que destacaba al entrar un
pequeño hall, living, comedor, dos o tres dormitorios y el característico patio
cerrado con esterilla. Cada dos corridas existía un pilón, lugar desde donde se
extraía el agua. Constaba de una gruesa cañería de más de 15 centímetros de
diámetro. Dentro de éste había una llave. El pilón estaba dentro de un círculo
de cemento que tenía una esterilla, la que a su vez se conectaba con el
desagüe, es decir, en el mismo lugar donde se botaban los desperdicios se
sacaba el vital elemento.
En
una gran explanada debajo de las "Latas” quedó el sector que ocuparía la futura
escuela, la iglesia y un campo de patinaje. En el lado oeste fueron construidos
los "Tipo Adobes”, pequeñas construcciones hechas en Calama, cuya materia prima
(adobes) llegaban al mineral en carretones tirados por mulas. Resultó común que
los adobes se partieran en el camino, por lo que los ingenieros decidieron
traer la tierra y la paja para hacer el adobe en el mismo lugar donde se estaba
construyendo. Las corridas se numeran desde el 10 hasta el 40 y, desde la letra
"C” hasta la "W”. Los servicios higiénicos estaban en las esquinas. Así cada 12
casas había un baño común, el que consistía en una larga canaleta o muralla de
35 centímetros de alto por 10 de ancho. Los baños no contaban con separación,
con la consecuente falta de privacidad en el caso de ir varias personas al
mismo tiempo. Esta verdadera acequia en muchas oportunidades jugó una mala
pasada al que no sabía y se ubicaba en el primer lugar, éste casi siempre
estaba desocupado, puesto que cada diez minutos un fuerte chorro de agua que
emergía desde una gruesa cañería y arrasaba con lo que encontrara, llevándose
al sorprendido incauto por la canaleta.
En
sus inicios, las poblaciones de mayor envergadura fueron "Los Hundidos”, "Las
Latas” y "Los Adobes” (muchas de estas fueron demolidas o renovadas entre 1970
y 1990) y, finalmente divididos por el cruce de la línea férrea que venía desde
Calama y moría en las distintas áreas de trabajo, se ubicaban "Los 600s”, justo
a los pies de los cerros. Vecino a este pequeño campamento se iniciaba la
construcción de largas corridas, las que extrañamente tenían las puertas de
acceso en los costados. Por dentro un extenso pasillo con varias piezas, a las
que se les llamó luego "Los Buques”, porque tenían una similitud con las
habitaciones de las embarcaciones. Estas piezas fueron destinadas a los
solteros. Estos luego pasaron a ser entre 1970 y 1990 el ejército de ingenieros
N°1 de Chuquicamata, cuyo símbolo era un número 1 con una picota y un ancla atravesadas.
Los servicios básicos estuvieron durante décadas en el Campamento Americano: el
hospital, la Recova Americana, la panadería, el Cuartel de Bomberos y
Carabineros.
A
fines de la década del 40 la compañía anunció la construcción de nuevas casas.
Estas estarían entre el mercado nuevo y la puerta N°7 (camino a Tocopilla). De igual manera, en
el sitio hoy conocido como Planta Nórmac, se edificaron 8 buques con 34 piezas
cada una para obreros y dos más para los empleados que quedaran frente al
campamento Latas.
Las
544 casas fueron distribuidas de la siguiente manera: 250 casas tendrían un
dormitorio, un living, una cocina y un baño; 140 de dos dormitorios, 92 con
tres dormitorios y 62 con cuatro habitaciones. Todas fueron entregadas el 24 de
diciembre de 1949, siendo habilitadas recién en 1952. Retirado del campamento,
en el mismo lugar que ocupa hasta hoy, quedaron los terrenos para el
cementerio.
La
vida en el campamento fue dura, el hombre estaba sujeto a diferentes turnos de
trabajo, el Americano, por lo general para los administrativos, se hacía entre
las 07 hasta las 15.00 horas, de 15.00 a 23.00 y la nochera de 23.00 a 07.00
am. Por su parte la producción minera hacia los turnos nuevos que se iniciaban
a las 05 de la madrugada hasta las 13.00 horas, la tardera de 13.00 a 21.00 y
la nochera de 21.00 a 05 am. Había un descanso semanal rotativo hasta que el
trabajador a la vuelta de un mes juntaba dos días seguidos los que muchos
aprovechaban para bajar a Antofagasta (distante a tres horas aprox del campamento)
Por
lo general el trabajor construía su futuro en base a buen sueldo (se ganaba más
que en cualquier parte de Chile, aunque en ello a veces se le iba la vida, la
silicosis mato a muchos de ellos) Muchos juntaron dinero y al cabo de algunos años se retiraron
para comprarse una casa o un auto y dedicarse a otras labores.
La
mujer ,esposa, amiga, amante y madre también
tuvo su época de gloria, durante la administración de los gringos la mujer recibía un bono por
hijo, en muchos casos, la esposa ganaba más que el marido solo en base a sus hijos,
Claro que no todo era tan maravilloso, los alimentos y el costo de la vida eran muy elevados en relación a otras
ciudades, los llamados "caseros” que vendían diferentes productos dejando los
pagos para " el suple " o el pago cobraban hasta 30 veces el valor de los
productos, Todo era muy caro. Los
estados unidenses aplicaban la ley de asegurar mano de obra a largo
plazo, ya que si las mujeres tenían más hijos, estos, por supuesto en edad
adolecente entraban a la mina, igual que
su padre y abuelo, y así sucesivamente.
Una
de las formas de detraerse en Chuquicamata era el cine o teatro como se le
llamaba por esos lares. Y el teatro Chile paso a ser parte de la familia
chuquicamatina
Sin
duda, éste es uno de los íconos de Chuquicamata, que en el futuro evocará los
recuerdos del mineral. Fundado en 1943 el Teatro Chile abrió sus puertas con el
estreno de la película "Aquella Noche en Río”. Sus protagonistas estelares
fueron Carmen Miranda, César Romero y Alicia Fai. Esta sala de teatro se dice
que fue copia fiel de un cine de Virginia, Estados Unidos, de cualquier forma
los arquitectos chilenos a cargo fueron Enrique Cooper y Julio Bravo. Los
lugares estaban determinados de acuerdo a la clase social. La platea alta, al
lado izquierdo, era exclusiva para los norteamericanos; al lado derecho se
sentaban los ejecutivos y en platea baja los supervisores y empleados chilenos.
La galería fue el lugar para el resto de la comunidad.
Con
una capacidad para 1840 personas, hace sesenta años apenas si alcanzaba a
satisfacer la demanda de diversión. Entre 2002 y 2005 el edificio era utilizado
como sede del Sindicato N°3 de la División y sus condiciones exteriores eran
deplorables (por rayados y graffitis, y el techo muy deteriorado por las
palomas por no ser mantenido), hasta su remodelación en 2007.
Otro
de los lugares de importancia para la vida del campamento fue el auditorio
sindical en donde se hacían propuestas, negociaciones y también exposiciones,
licenciaturas y reuniones sociales. Proyectado
bajo los principios de la arquitectura modernista, por los arquitectos
Alejandro Crestá Gouyou y Luis Lira, y construido a partir de 1957. El 7 de
noviembre de 1959, el semanario Oasis (diario interno de la empresa y que se repartía
cada Sábado casa por casa) publicaba una nota sobre la inauguración del
edificio. Este edificio es la culminación del movimiento sindical desde la
década de 1930, con amplias fachadas y una cubierta de hormigón en forma de
bóveda cáscara cilíndrica múltiple, es un estilo representativo de la post
guerra con evidente influencia de la arquitectura moderna brasileña. Fue usado
como escenario principal de varios actos y licenciaturas. Era sede de las
instalaciones del sindicato N°1 y N°2 de Trabajadores de la división.
La
fe no estuvo lejana de de este campamento, no solo la religión católica,
también la evangélica, mormona o testigos de Jehová. Pero principalmente, la
iglesia Católica fue el centro de todos los matrimonios, bautizos u funerales.
La Parroquia católica "El Salvador", construida según leyendas de una
iglesia de Estados Unidos, que ha ido evolucionando en su exterior. Fue un
punto de encuentro muy especial, donde se congregaban norteamericanos y
chilenos. Unos de los desastres de esta iglesia fue un incendio ocurrido entre
1940 y 1950.
Desde
1973 las misas se realizaban a puertas cerradas debido al toque de queda
instaurado en aquellos años.
Su
último sacerdote en Chuquicamata fue el párroco Enrique Olive Turú quién
celebró las últimas misas y cerró definitivamente la parroquia en Chuquicamata,
para dar curso al traslado de ésta a nuevas dependencias en Calama, para
continuar la misión evangelizadora en las nuevas villas de los trabajadores de
Codelco en Calama.
El
abastecimiento de productos y punto de copuchas, novedades y traspaso de informaciones
e hacia en las pulperías (especies de grandes almacenes en los que se compraba
con la tarjeta de pulpería, valor que se autorizaba al trabajador de acuerdo a
su sueldo) El término "pulpería” se adaptó de Estados Unidos, significa "pulp”
lugar donde se venden varios géneros. Muy conocidas en las salitreras se
extendieron hasta los campamentos mineros, incluyendo todo tipo de productos. Las
pulperías fueron otro de los beneficios que entregaba la empresa a sus
trabajadores, permitiéndoles contar con alimentos de primera necesidad en forma
gratuita, gracias a un subsidio otorgado por trabajar en la empresa.
Las
pulperías eran grandes galpones, similares a un supermercado. Estaban ubicadas
en puntos estratégicos del campamento. La N°1 funcionaba a la entrada del
Campamento Americano. Ahí compraban tanto los empleados como los gerentes de la
empresa, adquiriendo productos de mejor calidad que en el resto de las
pulperías.
Junto
a ella se construyó una panadería que era exclusiva de la compañía, al igual
que la planta de leche. En el Campamento Obrero, en tanto, se encontraban la
N°2 (Junto a escuela parvularia "El Principito" (o Pinocho por una
gran figura que se parece al títere de madera)) y N°3 (entrada a lo que es hoy
la segunda entrada a la mina) que eran grandes bodegas donde compraba la mayoría
de los obreros. Esta distribución obedecía a la cercanía que tenían estos
negocios con las viviendas. Finalmente, la recova americana, que fue construida
especialmente para los norteamericanos. Junto con su sueldo (dinero en
efectivo), el trabajador recibía su tarjeta de pulpería. Esta tarjeta era de
cartulina y llevaba el nombre del empleado, su número de archivo, su sueldo y
la lista de artículos que podía adquirir. Se recibía el primer día de cada mes
y con ella la dueña de casa acudía a la pulpería después de determinar cuáles
eran las necesidades mensuales del grupo familiar.
Una
vez en el local, se colocaban en la fila correspondiente; había una de
abarrotes, otra de verduras y frutas y, otra para la carne. Luego, la fila para
pagar, allí se entregaba la tarjeta y se tarjaban las mercaderías que se habían
retirado.
Otro
beneficio para los trabajadores fueron los precios de las mercaderías, mucho
más bajo que en el comercio establecido en los alrededores (incluyendo Calama).
Esto fue motivo de grandes colas y aglomeraciones. También resultó corriente
que familiares o amigos de los trabajadores pidieran el favor de adquirir
artículos racionados. (Durante el
gobierno de la UP)
En
la pulpería N°1 estaba la bodega de Valparaíso, lugar donde llegaba toda la
mercadería que debía repartirse a las diferentes sucursales. Cada tres meses
debía hacerse un inventario, asunto que no resultaba muy fácil, por las
acostumbradas pérdidas.
La
desaparición de las pulperías fue paulatina, siendo reemplazadas en la década
de los noventa por el supermercado Ekono y Tiendas Falabella.
La gran pérdida en este nuevo sistema fueron los bajos precios. Los espacios
físicos que ocuparon por tantos años estas pulperías se redistribuyeron de la
siguiente manera:
·Pulpería N°1:
Auditórium de la Gerencia, sindicatos, recepción de ilustres autoridades al
complejo minero.
·Pulpería N°2:
Imprenta Emserc
·Pulpería N°3:
Protección Industrial (empresa encargada de la seguridad de la planta y que
depende de la empresa llamados los PI.)
·Pulpería N°4:
desapareció
·Pulpería N°5:
Sala de Eventos
·Pulpería N°6:
desapareció
(Nota:
las pulperías N°5 y N°6, se ubicaban en Villa Ayquina y Exótica en Calama,
respectivamente).
La pulpería N°1 está sepultada por
el avance del ripio que comenzó en la última semana de Junio de 2008
Sin
lugar a dudas el Hospital Roy H. Glover
fue uno de los más modernos de sud América, aun, si existiera en nuestros días
no tendría nada que envidiarle a las
modernas clínicas capitalinas, a pesar de haber sido construido el año 1960. La
construcción del Roy H. Glover se debió principalmente a las numerosas deficiencias que presentaba el
hospital del mineral, su reducido espacio físico y su poca capacidad
para atender diferentes especialidades, sumado a la gran población que existía,
lo hicieron incompetente.3
La
inversión fue de 28 millones de dólares y para su construcción se utilizaron
los mejores materiales de la época, pensando en un hospital que debía durar
muchos años. Llegado el momento de funcionar, el nombre de Roy H. Glover surgió
como el más adecuado, en señal de agradecimiento al hombre que tanto hizo por
conseguir su construcción, aun cuando él nunca viajó a Chuquicamata, pero hizo
el sueño de levantar un nuevo hospital. Roy H. Glover moriría meses antes de su
inauguración. El hospital se levantó con cinco pisos de altura y dos
subterráneos, teniendo una especialidad básica por piso, más un pensionado y
junto a ellos, un pabellón de operaciones, salas de parto, laboratorio, rayos
X, entre otras dependencias, que rápidamente lo convirtieron en el mejor y más
moderno centro del país, equipado para ser autosuficiente, dada la lejanía de
los otros recintos médicos de Santiago, inclusive de Chile.Los jardines y
revestimientos de mármol en su acceso principal fueron la característica
especial del recinto, sumado a un muro perimetral de bloques de sulfato de
cobre que otorgaba un original decorado. Al momento de su inauguración
trabajaban 18 médicos y había 250 camas. Paulatinamente se fueron creando
Neonatología, la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de esa área, UCI de
adultos, Hemodiálisis, Oftalmología, Traumatología, Otorrinolaringología,
Siquiatría, Anatomía Patológica, Ecografías, Scanner (el primero del país),
Dermatología, Kinesiología, Laboratorio Clínico Automatizado, entre otros.
Funcionó
durante 40 años, cerro en Mayo del año 2001 y hoy permanece enterrado bajo
toneladas de ripio.
Los
siguientes son algunos lugares que formaron parte del diario vivir del
Chuqicamatino;
Emporio "La Verbena": esta tienda ha ayudado y servido a los
chuquicamatinos por más de 70 años, hoy es una de las tiendas más recordadas
del mineral, atendida por don Alcides Lira y familia. Además en muy recordada
por la realización del acto del "Viejo Pascuero" que se realizaba
cada 24 de diciembre en el centro del mineral.
Almacén La Reina: data de 1915, fue administrada por la Familia Mimica
desde 1915 hasta 1960, éste es uno de los almacenes más antiguos del mineral.
Desde 1960 hasta en la actualidad ha sido administrada y atendida por la
Familia Choque López e Hijos,
Club Social:
se ubicaba cerca del campamento americano, contaba con 6 canchas de Bowling (deporte
que se jugaba cuando aun no se conocía en Chile, lo mismo el patinaje y Beisbol) y
varios lugares de entretención. Además fue uno de los primeros centros de
Bowling en Chile.
Radio "El loa": se ubicaba debajo de una explanada junto a la
población O'Higgins ("Las Nórmac"), para luego ser ocupada por una
oficina de Codelco. Unos de sus primeros locutores fue Faustino Claro que
ocupaba el seudónimo artístico de Nahúm Claro, este medio fue quien canalizo
las inquietudes y prestó servicios a las familias del campamento su son ido era
en AM y fue la mejor equipada técnicamente en su momento.
El nuevo Gallo: ubicada en una de las arterias principales, era un
salón de cerveza, donde además se ejercía la prostitución.
Botillería "El Minero": funcionó durante varios años a un costado del teatro
Chile. Antes fue una ferretería, atendida por Osman Lilayú; luego cambió el
rubro a botillería, siendo atendida por su dueña, Tomasa Gutiérrez,"Doña
Tomy" hasta el año 2002.
Salón de Té "Carloncho": se ubicaba en pleno centro, junto a la Comercial
Monec. Durante años los trabajadores y las personas que formaban parte del
campamento minero acudían al lugar siempre atendido por el Sr. Luis Cuevas Berrios,
reconocido también por utilizar la imagen de Charlie Chaplin como logo.
Ferretería Rossi: se ubicaba en pleno centro, junto a la farmacia
"Cotoras". Fue creada por Los Hermanos Rossi de origen italiano.
Casa Ruiz:
se ubicaba en la conocida "Plazoleta Ruiz", que se ubicaba frente a
los Departamentos "Diego Portales". Actualmente atienden en la ciudad
de Calama.
Librerías "Chilex" y "La
Unión": la
primera es hoy la sede de un museo que da recorridos (Tours) por la mina y la
segunda por varios años fue un restaurante.
Club De Empleados: data de 1947 era un lugar muy común para los obreros
que buscaban distracción, actualmente se ubica en la ciudad de Calama camino a
San Pedro de Atacama, cerca del cementerio Municipal, donde se ubicaba la 5ta
Esquina.
Gran Tienda "La Vicuña": data de 1926 se ubica en la calle principal del
centro, hoy esta remodelada.
Botica Chilex: data de la década de 1930 se ubicaba en la avenida O’Higgins
y era muy visitada sobre todo cuando ocurrían graves accidentes. La botica fue
desapareciendo luego de que mejores farmacias llegaran a chuqui y como la
mayoría de los comercios en esos años, con monturas para caballos por ser los
únicos medios de transporte.
La Riojana:
de propiedad del boliviano Félix Jaldin L. vendía casimires y variados artículos de
tienda y zapatería.
La Mina:
ubicada en la calle principal, O´Higgings y vecina a La Riojana, esta tienda y
paquetería era propiedad de Mileen Lilayú. Vendía ropa y artículos para bebés,
además de productos de paquetería como lanas, cierres, botones, hilos... todo
lo necesario para la costura.
Club de Rayuela
Cerro de la Cruz: es un cerro que se ubica al norponiente del
campamento, aledaño a la Población El Bosque del mineral. Su cima es coronada
con una gran cruz de madera, la cual era destino final de la procesión anual
con motivo de Semana Santa, que se iniciaba en la Parroquia El Salvador y
encabezaba el Párroco Enrique Olivé. Desde su cumbre es posible apreciar en su
totalidad el campamento habitacional de Chuquicamata. En su parte posterior se
ubica la famosa "Cueva del Pirata”.
Cueva Del Pirata: antigua pequeña faena minera que se ubica abandonada
en la parte posterior del Cerro La Cruz. Según los relatos populares su nombre
se debe a que en los años 60 era habitada por un vagabundo alcohólico tuerto,
que se instalaba fuera de la feria y borracho gritaba "Yo soy el pirata,
yo soy el pirata". Con los años fue albergue de personas que cayeron en
desgracia, generalmente antiguos mineros que se quedaron en Chuquicamata al
perderlo todo producto del alcohol, uno de los más recordado era un anciano
apodado "pájaro verde”. A partir de la década de los 80, el lugar se transformó
en sitio de excursión, escaladas y juego para los niños del mineral. También se
le conocía como "cueva calavera” ya que sus dos piques superiores (ojos) y el
pique inferior (boca) asemejaban una calavera al mirarla desde lejos.
ALGUNOS BARRIOS QUE EXISTIERON EN EL CAMPAMENTO
Población
Los Adobes, Población Los 600s, Población Los Dúplex, Población Los
Descubridores de América, Población Los Hundidos Reformado, Población Los Tipos
C, Población O'Higgins ("Las Nórmac"), Villa Florencia (calles: Diego
Portales, Atacama, Manuel Bulnes, Manuel Rodríguez, Díaz Gana, Alonso de
Ercilla), El Abra, Villa John Bradford.
FIN DE
ESTA LINDA HISTORIA
Entre el 31 de Agosto y el
01 DE Septiembre del año 2007 se realizó la ceremonia oficial de cierre
del campamento, tras 92 años preservar la memoria chuquicamatina el casco histórico
del campamento ha sido remodelado para
ser visitado por quienes vivieron en él
y quienes desea conocer parte de la historia de nuestro país forjada en esta
tierra de sol y cobre donde el sol es más ardiente y es mas buena la gente.
Fueron
más de 30 mil personas las que repletaron las calles y la explanada a un
costado de la Plaza de Los Héroes. Frente al Club Chuqui se montó un escenario
monumental, por el que desfilaron grupos locales, para finalizar con la
presentación de La Sonora Palacios y los Jaivas
El
solo de batería de Juanita Parra acompañada con los integrantes de los
jaivas y de La Sonora Palacios dio el inicio al
espectacular festival pirotécnico que maravilló al multitudinario público
asistente.
Este
festival, que iluminó los cielos de Chuquicamata, duró más de 20 minutos,
mientras que en fondo se escuchaba la canción de "Los Pampinos"
(grupo de la zona) "Minero De Cobre" junto con el ruido que emitían
camiones de la mina, junto con las sirenas de carros de bomberos para después
dar paso al tema, "Chuquicamata de Antonio Prieto seguido por "Todos Juntos
de los Jaivas ,momentos en que las familias, los amigos y los compañeros de
trabajo se abrazaron y lloraron, en medio de una emoción que removió los
cimientos de esta histórica ciudad. Hoy Chuquicamata, entrega tranquilidad y soledad
dicen que por las noches miles de
fantasmas merodean por sus calles y en más de alguna ocasión se han visto las
luces de Las Latas, Los buques, los staff de Solteros o de las ficheras
esperando la llegada de los trabajadores.