BARRIO YUNGAY LA HISTORIA
En la actualidad, el
Barrio Yungay se ubica; por el norte en La Avenida San Pablo, por el sur en la
Alameda Bernardo O´Higgins, por el oriente, la calle Andes y por el poniente,
la Avenida Matucana. En su área incluye
el Parque Quinta Normal que se encuentra al otro lado de la Avenida Matucana.
Es uno de los barrios más antiguos de
Santiago después de la creación del
Barrio Cívico de la Ciudad de Santiago.
Junto con las calles y casas se construyó un
ágora en el centro del barrio, conocida como Plaza Portales. En 1888 se
inauguró en el centro del ágora una figura esculpida por Virginio Arias, a la
que se llamó "El defensor de la Patria”, pero años más tarde fue bautizada como
El roto chileno, en honor a los soldados chilenos que pelearon en la guerra de
1879. Desde un comienzo esta plaza fue un centro de reunión vecinal, donde las
señoras y caballeros salían a pasear durante las tardes o para discutir sobre
la actividad política.
A partir de esto, comenzó a expandirse el
sector, hasta llegar a los límites actuales. Las familias más acomodadas de la
época instalaron allí grandes casonas, algunas de las cuales aún siguen en pie,
otras sucumbieron a la "modernidad” representada en grandes edificios que
rompen con la tradición arquitectónica del lugar. Incluso en la época de mayor
auge del sector tuvo su estación de tren. Posteriormente, el sector fue
habitado por la clase media y familias de escasos recursos, quienes originaron
alrededor de 65 cites.
Se trata de un barrio con "una historia particular (…) Campesinos, vino
tinto y casas de remolienda crearon todo un ambiente al exaltar las tradiciones
y costumbres criollas propias del bajo pueblo, de cultura bohemia, pintoresca y
repleta de diversidad. En torno a esto se creó una personalidad propia con
fuertes raíces nacionalistas, contrastando con el Santiago oligárquico y
arribista que habitaba en los alrededores del centro, al que sólo le interesaba
transformarse en un pequeño París y en donde lo proveniente de Europa era
considerado de culto y digno de imitación. Este ambiente atrajo a varios
artistas e intelectuales que encontraron aquí el escenario perfecto para las
aventuras de sus personajes literarios, la inspiración para su poesía y los
paisajes para sus pinturas”. Muchos extranjeros se enamoraron de este lugar y
permanecieron aquí durante su estadía en Chile o hasta su muerte. El
intelectual argentino Domingo Faustino Sarmiento -quien se refirió al barrio
Yungay como un "pueblito de las afueras de Santiago”-, el científico polaco
Ignacio Domeyko, el poeta y creador del himno nacional Eusebio Lillo, son sólo
algunos de tantos que hallaron el lugar ideal para las interminables tertulias
con sabor a vino tinto que se realizaban cada noche en alguna casa de puertas
abiertas. Este pluralismo y la heterogénea mezcla de gente, razas y credos,
logró respetar la libertad de religión entre católicos y grupos laicos, estos
últimos menospreciados por la aristocracia terrateniente, por lo que Yungay se
llenó de Iglesias, conventos y casas de acogida, muchas de las cuales eran
subvencionadas por vecinos para que a nadie le faltara comida y un lugar donde
dormir.
Su importancia y desarrollo se debe a varios
factores, entre ellos su vecindad con el camino Real –hoy calle San Pablo- y el
gran tráfico hacia el puerto de Valparaíso, la subdivisión de terrenos y su
incorporación a la creciente demanda inmobiliaria de la ciudad capital, la
creación de la Quinta Normal, como campo de experimentación agrícola y, entre
otras, la instalación en el nuevo barrio de parte de la aristocracia de la
época y algunos intelectuales contratados por el gobierno para ayudar al
desarrollo cultural y científico de la república. La Quinta Normal albergó al Museo de Bellas
Artes antes de su traslado a su actual
ubicación en el Parque Forestal.
El barrio también empezó a experimentar un
fuerte crecimiento demográfico, es así como a las pocas décadas de su creación
ya superaba las 6.000 personas consolidando su función residencial, la que va
apoyada por la creación de varios servicios, como iglesias, hospederías,
establecimientos educacionales y otros. Sin embargo en muchos rubros continuaba
dependiendo del abastecimiento desde el centro cívico y el entorno de la Plaza
de Armas.
La década de 1930, marca el término del auge
del Barrio Yungay, cuando las familias ahí establecidas lo abandonan en busca
de mejores condiciones medio ambientales. Sectores de las actuales comunas de
Ñuñoa y Providencia emergen bajo el lema de ciudad jardín, y ofrecen mejor equipamiento,
clubes deportivos y parques tales como el Parque Bustamante y el japonés, Hoy,
parque Balmaceda. A partir de ese momento, el Barrio Yungay y todo el sector
poniente de Santiago comienza un paulatino proceso de deterioro.
Las familias de clase media y posteriormente
las más modestas comienzan a ocupar las residencias que son dejadas por los
grupos de mayores ingresos que emigran. De esta forma se descuida la mantención
de las viviendas, se les subdivide y se transforman ignorando el valor patrimonial
de muchas de ellas. Esto ocasiona una disminución de las inversiones,
desvalorización de las viviendas, el precio del suelo y la instalación de
numerosas pequeñas empresas del tipo productivo.
Entre las áreas verdes
y además de la ya mencionada Quinta Normal y la plaza Yungay, se encuentran
pequeñas plazas: Chacabuco, Rozas, Maipú, Cueto, San Pablo y Cautín. El
aniversario del Barrio, en homenaje a la victoria sobre la Confederación Perú -
Boliviana, se celebra el día 20 de Enero en la Plaza Yungay.
La Quinta Normal
alberga en su interior al Museo Nacional de Historia Natural
En Compañía 2799, está la Peluquería Francesa,
icono del sector y lugar de culto de todo aquel que sienta que el corte de
barba con navaja en sillas del siglo XIX. Actualmente Don Fidel y don Rodolfo
ex funcionarios de la francesa se instalaron por cuenta propia en Compañía 3088
y ofrecen el mismo servicio de corte con navajas, paños calientes en el rostro,
que durante tantos años han entregado a
sus clientes con el secreto de su arte centenario.
Un poco hacia el oriente, se encuentra el
Teatro Novedades. En la calle Cueto. Este lugar nació a comienzos de siglo como
cine en donde se proyectaban películas mudas acompañadas por un pianista que
amenizaba el silencio de las imágenes. Luego de la gloria de los primeros años
vino el abandono que durante décadas se apoderó del mítico Novedades. En 1993,
la Municipalidad de Santiago tomó el compromiso de su restauración y puso
nuevamente en marcha su historia. Desde entonces funciona como Corporación
Cultural.
El Barrio Yungay cuenta
con una parte importante del patrimonio arquitectónico y urbanístico de la
ciudad de Santiago y en mayor medida este patrimonio pertenece a épocas
recientes, conservándose incluso algunos inmuebles del pasado colonial; varias iglesias de gran valor arquitectónico e
histórico, como por ejemplo la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, la
Iglesia de Los Capuchinos ubicada en Catedral 2345 que es de construcción de
estilo barroco.
Por ello, este barrio, que ha sido motivo de
preocupación de las autoridades durante varias décadas y empieza a
transformarse en un gran recurso y potencial de atracción de nuevos sectores
sociales, económicos y culturales. La tranquilidad de sus calles, la belleza de
sus edificios patrimoniales, la llegada de modernos sistemas de transporte
–metros y ciclo vías- y su inserción en el corazón de la ciudad lo han
transformado en los últimos años en objeto de interés tanto para vivir en él,
como para estimular flujos turísticos nacionales y de extranjeros.
|